miércoles, 23 de octubre de 2013

Plevrona y Nafpaktos.

Entre comilona y comilona hacemos otras muchas cosas, no te vayas a pensar. Pero es ahí, con el vinito, donde la gente más se suelta. Tu compa de mesa te pregunta cómo ves Grecia, y uno, por no ahondar en la herida, le dice que mejor de lo que pensaba, y, sin querer oír más, te suelta que son muy pobres, y te empieza a contar las estrecheces que sufren, lo poco que ganan, que el litro de leche cuesta 1,20, que la gasolina sin plomo 1,67, y que no ven futuro ni de lejos...en fin. Hasta dónde llegará la cosa que algunas constructoras entregan el esqueleto de los edificios y si tienes dinero te acabas tu apartamento y entras a vivir, aunque ni el del segundo ni el del tercero hayan puesto ni un ladrillo en toda su planta. La palabra "crisis" y "drama" son la aportación del griego al resto de lenguas, con eso te digo todo. No dudo de las penurias que puedan sufrir pero también te digo que lunes y martes estaban petados los restaurante donde hemos cenado, y que acabo de pagar 3,5 € por una cerveza en una de las muchas terrazas del centro de Agrinio que, como sabrás, es la ciudad más grande de la región (100.000 habitantes) y donde está mi hotel.


Como los dramas también los tenemos en casa, pasemos a otro tema. A ver, te podría llevar a Kastraki que es una presa hidroeléctrica que a ti plim y a mí lo mismo. O quedarnos a pasear por Agrinio para entrar en su museo de escultura y hacer el tonto con los chavales...pero tampoco. Pasemos de día.  Sin comerlo ni beberlo (frase totalmente inapropiada para estos días) vas camino de Plevrona que tiene mejor pinta. Impresionante la frondosidad del bosque mediterráneo cargado de encinas, olivos, cipreses, pinos...es como un Monfragüe gigante. En eso que atraviesas un cañón y flipas aún más ante la inesperada y espectacular naturaleza griega.

Llegas a la fortaleza de Plevrona para disfrutar de de las piedras que los Troyanos dejaron después de arrasar la ciudad. El arqueólogo te cuenta y tú, a tu bola, vas imaginando la ciudad. Como no hice mucho caso al arqueólogo (no por falta de imaginación sino de léxico) te muestro el teatro, que es lo único identificable de entre las piedras.


Venga al bus, nos vamos a Nafpaktos que hace muy buen día de playa. Las profes griegas te advierten de que el agua está muy fría y tú, como no quieres pelea y los alumnos te tienen ganas, prefieres dejar el bañador en el bus y que se maten entre ellos. Error, el agua no estaba nada fría, y te quedas en la orilla muertito de envidia y hambriento de pelea.

Un paseito por el puerto antes de montarte en el bus. Niños que corren por los muelles, niños que se suben a las barcas atracadas en el puerto, niños que menean las barcas, niños cuyos profes dónde coños están.Verás como alguno acaba en el agua...Pues no, mucho peor: el Iphone de una niña turca acaba en el fondo del puerto. Las lágrimas no se hacen esperar (no sabemos si por el juguetito en sí o porque era de su hermano y la que le espera en casa es chica).

Griego que se lanza al agua en gesto heróico. Bucea que da pena, al fondo no llega ni de coña. Fracaso total. El bus nos espera mal aparcado en la plaza. Nos tenemos que ir. Tristeza brutal entre la chiquillería Para muchos es lo más trágico que han presenciado en su vida, el desconsuelo se contagia de unos a otros, sobre todo en la delegación turca que hacen piña con la víctima y se contagian las lágrimas.

Mientras los chavales entran cabizbajos al bus yo bajo con la bolsa de mi bañador en la mano. Ya sabes que en tierra no tanto, pero en el agua me reconozco cierta pericia. "Dadme 15 minutos", pido. El conductor, mal aparcado, sopesa la situación. Concedidos. ¿A tí no te pasa que de tu boca salen a veces palabras que tu cerebro no ha procesado previamente?, a mí sí. ¿Has buceado alguna vez en un puerto?, yo sí, hoy. En la plaza colindante con el puert, a unos 200 metros de la Zona Cero,  la expectación es máxima.

Ya todos en el autobús aguardan mi entrada. Cincuenta personas de diferentes nacionalidades aplaudiendo, chillando, vitoreando, chocando manos mientras cruzo el pasillo. La víctima en la última fila con la cara desencajada y bañada en lágrimas se te abraza como si hubieras salvado la vida de su madre. ¿Tú te has sentido alguna vez héroe?....pues mola.

8 comentarios:

  1. Hoy no hay quien me pise el terreno, a parte de tus muchas cualidades, hay que apuntarte otra más, la de heroe. ¡¡¡¡ que ilusión ¡¡¡. a que sí

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  2. Vaya tela... llevo una hora y por fin publico un hola, este es el tercer comentario que espero no se pierda, mi problema que el explorer no te quiere pero el chrome si, que sin vivir desde el Lunes que sé que estás.... de viaje. Bueno otra vez de tirón, me gusta muchísimo y ese destino y en otoño con lo aburrio que es todo por aquí, vaya peazo de regalo sin ser Navidad (Bueno en Mercadona si), que generoso y entretenido por tu parte.
    PD: Que eres el Rey del Buceo, que imagen y que risas de buena mañana. A ver si esto llega!!!!!

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  3. No me dejas de sorprender. deberías viajar más. Bss desde Chamberí ¡

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  4. Da gusto poder seguir este cuaderno de bitácora que mantienes al día. ¡Creo que tu hazaña en el puerto era la actividad que nos faltaba en nuestro Comenius sobre el agua, y que nadie había programado! Hay que ver cómo son estos proyectos europeos que hasta permiten la reencarnación de un Tritón... ¡Que Superman se vaya apuntando a la lista del paro! Un abrazo, y un brindis con retsina: has dejado bien alto el pabellón.

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  5. Y digo yo: el móvil era "water resistent" o tu proeza solo calmó el llanto de la adolescente hasta que intentó usarlo? Puede que se perdiera el teléfono pero hemos ganado un aqua- héroe!!

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    1. Muy agudo anónim@ amig@. Te cuento el proceso: el conductor del bus le hizo los primeros auxilios (al móvil) con un chisme de echar aire. Luego fue trasladado a la UVI donde se mantiene en un bote de arroz. Mañana lo bajan a planta...ya os cuento.

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  6. Y LAS FOTOS DE TU ÉPICA ZAMBULLIDA? Hay testigos? Tan magna proeza no puede quedar sin su ilustración gráfica.

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